El Papa Benedicto XVI, al elegir este nombre, quiso recordar la inmensa tarea y el ejemplo de San Benito, patrón de Europa y fundador del monacato occidental, y ponerse bajo su protección.El Papa Benedicto XVI, al elegir este nombre, quiso recordar la inmensa tarea y el ejemplo de San Benito, patrón de Europa y fundador del monacato occidental, y ponerse bajo su protección. Las calles de Roma están rebosantes de gente, contemplando la entrada triunfal de Teodorico, el "bárbaro" rey godo, que ha conquistado la Urbe. De repente, un muchacho se lanza a la calzada e intenta apuñalar al rey con un estilete. Al lado mismo de la Guardia del Rey, el chico es agarrado y llevado a un lugar seguro por otro joven. El muchacho es Peter, hijo adoptivo de Boecio, el noble filósofo romano. El que impide la acción es Benito, un estudiante, que después será tutor de Peter y tratará por todos los medios de convencerle para que desista de su propósito asesino. Asà empieza esta trepidante historia que lleva a Benito, desde una desilusionante amistad con una bella mujer de Roma, a los años de su retiro eremÃtico y a su gigantesca labor de establecer comunidades religiosas que fueron verdaderas "Ciudadelas de Dios". En ese mundo nuevo y salvaje, que debÃa ser civilizado, Benito, hijo de una noble familia romana, realizó una admirable tarea al servicio de la Iglesia y de la cultura europea a través de los monasterios que fundó y que se constituyeron en focos de luz y de cultura en medio de una oscuridad que parecÃa ahogar al mundo. Benito escribió, además, su famosa Regla: "no anteponer nada a Cristo, ora et labora, el espÃritu de hospitalidad y benevolencia", que ha conformado hasta nuestros dÃas una espiritualidad llena de amor a Dios y a los hombres. San Benito es una de las mejores novelas de Louis de Wohl en la que se relata la vida de Benito de Nursia (480-547) y la apasionante época que le tocó vivir: la invasión del Imperio Romano por los bárbaros, su desintegración y la formación de una sociedad precaria, agitada y turbulenta. Louis de Wohl (1903-1961) es uno de los grandes escritores de novela histórica del siglo XX. Nació en BerlÃn, de padre húngaro y madre austriaca, ambos católicos. Desde muy pequeño se sintió inclinado a la literatura y en poco tiempo realizó una carrera fulgurante en Alemania, publicando más de 30 novelas de aventuras y suspense de las que 16 fueron llevadas al cine. Sin embargo, en 1935, y ante la llegada de Hitler al poder, decidió iniciar una nueva vida en Inglaterra. Participó en la Segunda Guerra Mundial y, al finalizar el conflicto, se trasladó a Estados Unidos, reorientando su vocación literaria con una perspectiva cristiana. Consciente de la influencia que Hitler habÃa tenido, al haberse convertido en el modelo de millones de personas, decidió proponer modelos atractivos y llenos de valores a sus contemporáneos. Ahà arranca su brillantÃsima producción novelÃstica sobre cristianos de personalidad poderosa y profundamente inmersos en las luchas y avatares de su época. La luz apacible (sobre Santo Tomás de Aquino, escrita por encargo de PÃo XII), El Oriente en llamas (sobre S. Francisco Javier), El mendigo alegre (sobre S. Francisco de AsÃs), Corazón inquieto (sobre S. AgustÃn) o Fundada sobre roca (una historia de la Iglesia) son algunas de sus numerosas obras maestras. Todas ellas están publicadas en Ediciones Palabra.