El cuarto de las mujeres

La vida de unas amigas que viven, cada cual a su manera, los años del feminismo y de la liberación de la mujer a mediados del siglo XX.
 Marilyn French nació en 1929 en Brooklyn y cursó los primeros años de su carrera universitaria en el Hofstra College. En 1950 se casó y en 1967 se divorció. Solo entonces pudo reemprender sus estudios en la universidad de Harward. Su primer libro fue un estudio sobre James Joyce, al que sigueiron algunos ensayos sobre la condición de la mujer  a mediados del siglo XX, pero el libro que la dio a conocer internacionalmente fue Solo para mujeres. Publicada en 1977, la novela  fue causa de mucha controversia y el movimiento feminista la eligió como guía y ejemplo de la condición femenina. En el momento de su publicación, el texto vendió más de un millón de ejemplares y fue llevado al cine. Le siguieron más novelas y ensayos, junto con un autobiografía. Antes de morir, en 2009, la autora escribió un nuevo prólogo al libro que muestra la vigencia de Solo para mujeres para las  nuevas generaciones.
 Antes fue Mujercitas, luego vino Un árbol crece en Brooklyn; al poco tiempo le siguió Lo mejor de la vida, y la historia de las mujeres a lo largo del siglo XX continúa ahora con Solo para mujeres . Quien nos  habla en estas páginas es una mujer madura que desde un pueblecito a las orillas del mar recuerda sus días como adolescente, novia, esposa,  madre estudiante y profesora durante los años cincuenta y sesenta, una época en que las mujeres se atrevieron a dar un primer paso para saltarse las reglas que los hombres habían creado para ellas. En ese viaje a través del tiempo la acompañan otras señoras más o menos aguerridas que dudan y pelean, se equivocan y ríen juntas, mientras sus maridos las miran con ojos indignados, sin comprender que ellos también están en el campo de batalla. Hoy, más de treinta años después  de su primera publicación, la comedia se repite aunque los actores sean otros, y Solo para mujeres vuelve para recordarnos que vale la pena poner hilo a la aguja y seguir cosiendo.