Descuento:
-5%Antes:
Despues:
18,91 €Con Augusto acaba la República y se inicia el Imperio. Acaba el mundo antiguo y la civilización romana se hace universal, asà comienza el mundo moderno. Con el Imperio, la ciudadanÃa acabará dejando de ser un privilegio de una minorÃa opresora, a un derecho de nacimiento que integrará a todos por igual, y las viejas ciudades-estado como Atenas, Esparta, Cartago, o más tarde Roma, serán sustituidas por el concepto de nación. El censo de Augusto fue el instrumento que operó esa revolución silenciosa sobre la que pivota indefectiblemente nuestra civilización occidental: la ciudadanÃa universal, con la nación como garante de los derechos y libertades inherentes a esa ciudadanÃa. Y mientras esos gigantescos avances jurÃdicos y polÃticos, que cambiaron el mundo para siempre, empezaban a ponerse en marcha en tiempos de Augusto, en uno de los pueblos más alejados e insignificantes del Imperio, en Belén de Judea, nacÃa la primera persona de la que tenemos constancia histórica que formó parte de ese primer censo de Augusto: Jesús de Nazaret. ¿Casualidad